Retrovisores en Simracing

Artículo realizado por Francisco Corredera.

Aprovecho la imagen de cabecera, la del Eifelland March E21, para introducir un tema que espero sea de interés para muchos y llegue, por tanto, a manos del equipo de iRacing: los espejos retrovisores laterales en simulación. Sí, lo sé, presumo demasiadas cosas, pero, como dice el dicho, “el que no llora, no …”.

Este Eifelland, de 1972, llevaba un único espejo central porque entendían que era suficiente para el piloto. Sin embargo su andadura fue muy corta, posiblemente por otros motivos, pero me sirve como disculpa para advertir que en monoplazas, como en la vida diaria, lo vehículos llevan como mínimo espejos retrovisores laterales. Paradógicamente, en simulación la mayoría de Sim Racers no puede usarlos, no porque no quiera, sino porque no puede. Me explico:

Desconozco los porcentajes, pero intuyo que la mayoría de los roces o impactos laterales que se producen en las primeras curvas de una carrera en Sim Racing obedecen a que los pilotos no pueden hacer un seguimiento continuo de lo que está pasando a los dalos de su coche. Y esto, a su vez, es debido principalmente a otra estadística de la que tampoco tengo datos, pero cuyo resultado me atrevo a asegurar: la mayoría de iRacers utiliza sólo una pantalla o monitor, o lo que es lo mismo, sólo una minoría usa tres. Si esto es así, está claro que iRacing, como otros muchos simuladores, no está dando alternativas a un problema cuya solución es muy sencilla y que contribuiría a reforzar dos premisas básicas en este simulador: la seguridad y la competitividad.

Es cierto, muchos de los incidentes que se producen en esos primeros lances de carrera también responden a la excesiva testosterona de algunos o a que muchos no acaban de entender que las carreras no se ganan en las primeras curvas, a los nervios o a la inexperiencia de los que son poco cuidadosos en esos momentos iniciales, donde el pelotón está aún muy unido y es muy complicado gestionar bien todos los factores. Todo eso es cierto, pero aún con todo, lo que pretendo poner en la mesa es que existe otra variable en la ecuación para tanto incidente inicial, y creo que es la carencia de una imagen continua de los espejos retrovisores laterales.

Llegados a este punto, veamos lo siguiente: Teniendo configurado correctamente el FOV, la vista más probable que se obtiene con una sola pantalla excluirá de nuestro campo visual los espejos retrovisores laterales porque, como es obvio, estando un piloto sentado correctamente en el habitáculo de un coche, sea cual sea el modelo, lo más probable es que los espejos laterales le queden a los lados, por lo que no podrá verlos a menos que gire (un poco en los monoplazas y algo más en los turismos) la vista y/o su cabeza. Los que tienen tres monitores no necesitan utilizar las teclas de mirar a un lado o a otro que, virtualmente, simulan ese giro necesario para ver los retrovisores, simplemente los tienen en sus monitores laterales, que están ahí para dar cabida a esa zona virtual del vehículo y del circuito. Por tanto, los pilotos con tres monitores parten con una ventaja que a mi juicio es sustancial, porque al tener esa información de los laterales pueden realizar un seguimiento más natural y continuo de lo que ahí ocurre. Por contra, los que tienen un único monitor, ─insisto, la mayoría─, no les queda otra que usar esas teclas para ver los retrovisores. En mi caso, por ejemplo, uso un pequeño botón tipo joystick situado en el volante para mirar a los lados, pero aún así el movimiento es muy brusco, no continuo, que deja ver el lateral de un modo muy poco natural, como si giraras la cabeza de golpe y por un instante 90º, eliminando la vista frontal y sin tiempo a penas para entender qué ocurre; simplemente ves que ahí hay algo, pero no puedes analizar cómo es la aproximación de los otros vehículos, su brusquedad o no, etc. Ese vistazo rápido es útil en algunas ocasiones, en otras ni lo utilizamos porque supone dejar de ver durante ese instante qué pasa delante y detrás, instante que puede ser crítico, y otras muchas es totalmente insuficiente y no nos permite hacer un análisis correcto de lo que ocurre a ambos lados del coche. Y es precisamente en el inicio de las carreras cuando esta desventaja se cobra su precio: bien porque contactamos, bien porque nos apartamos para evitar problemas.

¿Qué hacen muchos usuarios? Alteran el FOV y/o retrasar virtualmente el asiento hasta conseguir que los retrovisores entren en su campo visual. Pero esto tiene consecuencias: falsa sensación de velocidad y una mala percepción de las referencias, por lo que se alteran otros aspectos también muy importantes en la simulación que modifican para peor el grado de inmersión y la capacidad de controlar el coche de una forma mentalmente más lógica.

¿Cuál podría ser una solución? Que iRacing (y el resto de simuladores) habilite en la interface gráfica del simulador la posibilidad de colocar dentro de su vista, por ejemplo arriba y a ambos lados del espejo retrovisor central, la imagen de los dos espejos retrovisores laterales.

Hablando con un amigo de esto, me decía que eso era en cierto modo falsear la configuración del coche, y es cierto. Pero lo primero que hay que tener en cuenta cuando entramos en ese tipo de valoraciones es, 1) el espejo retrovisor central no existe en los monoplazas y sin embargo muchos lo utilizamos, y 2) poniendo las consecuencias del problema en una balanza y la solución en otra, no sé cuántos coinciden conmigo, pero yo prefiero esa pequeña “anomalía”, sencillamente porque a mi juicio es crítica para controlar correctamente lo que ocurre en pista.

Si esos espejos pudieran activarse y estar ahí de forma constante, no sólo podríamos ver qué ocurre en esos ángulos, si hay coches y a qué distancia, sino apreciar si se acercan muy rápido o con suavidad, mantener esa mirada para acompañar la aproximación o, directamente, apartarnos para esquivar la entrada si apreciamos que va a ser brusca. No es lo mismo mirar fugazmente a derecha o izquierda a golpe de tecla, que tener los dos espejos activos y apreciar, incluso sin ver (como ocurre en la vida real), lo que pasa a ambos lados. Y es que nuestra visión periférica nos permite entender lo que ocurre sin necesidad de detenernos en los detalles, así basta que veamos un bulto aproximarse para adoptar la estrategia adecuada: retirarte si esa aproximación es brusca o intentar luchar con control por mantener la pugna si advertimos que el oponente se nos mete de forma gradual y con aparente control. No tenemos porqué huir a las primeras de cambio si entendemos bien esa diferencia, y para eso es necesario que esa vista permanezca, y no que sea un simple vistazo. Esto es lo sustancial del asunto y entronca con lo que decía al principio, seguridad y competitividad: poder luchar.

La mayoría de usuarios de iRacing competimos con responsabilidad, porque nos lo tomamos en serio y también porque sabemos que las reglas del Race Control están ahí y son necesarias. Procuramos siempre que nuestras acciones no perjudiquen a nadie, sobre todo en las primeras vueltas, porque no hay cosa que moleste más que terminar en la cuneta o con el coche roto a las primeras de cambio. Eso es muy frustrante, muchísimo más que perder. En ese sentido, hago mía la máxima de procurar por encima de todo terminar. Sin embargo y con todo ese cuidado, he sido el causante de algunos incidentes en esas primeras curvas. Es cierto, algunos podría haberlos evitado con aún más cuidado, pero es que ese “con aún más cuidado” también suponía directamente renunciar a competir. Lo que sí puedo asegurar es que el 99% de esos incidentes han sido por golpes laterales que sin querer he dado. Y es que esa mirada lateral rápida es completamente insuficiente cuando estás totalmente rodeado por coches en la entrada de una curva y quieres competir.

Analizando esas situaciones objetivamente, y más allá de los errores puntuales que todos podemos cometer, creo que carecer de estos retrovisores laterales es un problema grave, que está ocasionando muchos incidentes que podrían evitarse y que están quedando como “lances normales de carrera” cuando, en realidad, obedecen a una carencia en la interface gráfica del simulador; y es un problema que sufren injustamente los que corren con una sola pantalla (con un FOV correcto).

Lo importante no es sólo que carecer de tres pantallas aumenta las posibilidades de tener incidentes, sino que en muchas ocasiones descartamos la posibilidad de mantener la pugna, de competir, simplemente porque, ante la falta de control continuo de lo que pasa en los laterales, optamos por despegarnos del posible problema, con un exceso de precaución que en competición no siempre te puedes permitir. La competición implica asumir en ocasiones ciertos riesgos, controlados, pero riesgos. Es consustancial a ella. Pero adoptar esta actitud es temerario si no cuentas con la información necesaria para medir y valorar correctamente qué ocurre a tu alrededor. Ante situaciones de este tipo, complejas y, en esa medida, arriesgadas, los que tienen un poco de cabeza pero carecen de retrovisores laterales, optarán casi siempre y como primera opción por evitar el problema. Esa actitud conservadora, ─inteligente, dadas tus herramientas, pero precavida en exceso por la falta de información─, no siempre es la más adecuada y va en contra de la necesaria y estimulante competitividad.

En la conducción real esa vista lateral está siempre presente, es básica, y en la simulación también debe estarlo con independencia del hardware que cada usuario tenga. A mi juicio, no puede ser una exigencia tener tres monitores, pues unos por economía otros por espacio, la mayoría no cuenta con esa posibilidad y están pagando igual. Y, por su puesto, resolver este problema de los retrovisores laterales no puede pasar por falsear el FOV. Igual que podemos usar el retrovisor interior central, vaya o no en el modelo de coche que estamos pilotando, los laterales deben estar y ser configurables en ángulo y posición.

No se trata de estética ni de un mero formalismo, hablamos de algo a mi juicio básico, que permite mejorar el control y la seguridad en pista sin penalizar la competición. Considero que ese aporte acercaría más la simulación al realismo, con independencia de que la disposición virtual de esos espejos sea o no la real. En circuitos, como en la calle, recibir esa información de lo que pasa a nuestro alrededor es crucial. Tener tres pantallas siempre será lo óptimo, no hay duda, porque mejora la inmersión y aporta una información visual continua más completa. Por lo tanto, y con más razón aún si cabe, es necesario reivindicar que los usuarios con una pantalla tengan la posibilidad de incorporar retrovisores laterales configurables que, de algún modo, suplan esa carencia. No puede ser una exigencia que para competir en iRacing haya que tener tres pantallas. El simulador debe cubrir los elementos básicos del coche y garantizar unas condiciones mínimas de igualdad para todos con independencia de su hardware. En ese sentido, los retrovisores laterales deben ser vistos como algo básico, simplemente porque lo son.

¿Qué opinan? ¿Consideran interesante que iRacing y el resto de simuladores implementen una solución al respecto?